El Arsenal arrasa al Real Madrid y toma ventaja en la Champions (3-0)
El Real Madrid sufrió un duro revés en su visita al Emirates Stadium, donde el Arsenal se impuso con contundencia por 3-0 en el partido de ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League. Los de Mikel Arteta fueron muy superiores durante todo el encuentro y dejaron al conjunto blanco al borde del abismo.
El espejismo madridista se desvaneció en una segunda parte para el olvido. Declan Rice, con dos goles espectaculares a balón parado, y Mikel Merino, con otro tanto de bella factura, firmaron la sentencia en una noche mágica para los ‘gunners’ y trágica para los de Carlo Ancelotti. El centrocampista inglés fue imparable para Thibaut Courtois, especialmente en las acciones a pelota detenida, convirtiéndose en el protagonista indiscutible del partido.
Un Madrid sin alma
El Madrid pareció desconectado durante casi todo el encuentro. La zaga sufrió constantemente, con David Alaba desbordado por Bukayo Saka, mientras Valverde trataba de contener por la derecha sin éxito. El dominio del Arsenal fue total, aunque sin asfixiar, y sólo algunos minutos de posesión blanca lograron calmar ligeramente la intensidad local.
Rodrygo y Vinicius estuvieron desaparecidos, sin generar desequilibrio alguno –entre ambos, ni un solo regate exitoso–, y fueron víctimas de la falta de conexión ofensiva del equipo. Rodrygo acabó siendo sustituido antes del final, mientras que Vinicius se mantuvo en el campo sin incidencia real.
Solo Bellingham da señales
La única chispa madridista llegó, como tantas veces esta temporada, de las botas de Jude Bellingham. El inglés encontró en dos ocasiones a Mbappé, quien dispuso de la mejor oportunidad blanca en la primera parte. Sin embargo, el delantero francés no logró definir con precisión. En la segunda mitad, otro pase de Bellingham terminó en un remate al lateral de la red. Y nada más.
Ese fue el bagaje ofensivo de un Real Madrid que alineó a Kylian Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Bellingham: apenas dos jugadas aisladas y ninguna reacción de equipo. La falta de ideas y de actitud colectiva volvió a quedar expuesta en el escenario europeo.
El Bernabéu, última esperanza
Ahora, al conjunto blanco no le queda más remedio que agarrarse a la épica, al Santiago Bernabéu y a las célebres “noches mágicas” que tantas veces han obrado el milagro. Pero la sensación tras este baño en Londres es que el Real Madrid no tiene hoy los recursos –ni el fútbol– para competir al más alto nivel.
La vuelta, el próximo miércoles, marcará el destino de los de Ancelotti en Europa. Pero si no hay una transformación radical, parece que la aventura europea de esta temporada se acerca a su fin.